Dios buscando, Jonás huyendo —Jonás 1:4-6

Iglesia Presbiteriana Pacto de Cristo

El libro de Jonás nos enseña que Dios nos educa en la práctica de la compasión teniendo compasión de nosotros cuando sólo merecemos su santo y justo juicio.

Juan Calvino ~ en su comentario de Jonás dice que “Lo que impidió que la ruina, se tragara completamente a Jonás fue la misericordia de Dios, que se compadeció de Su siervo y veló por su seguridad mientras dormía Si el Señor no hubiera tenido ese cuidado de Jonás. Éste hubiera perecido de seguro” Aquí encontramos la consecuencia de huir del plan de Dios. Al igual que con Jonás, Dios envía consecuencias en nuestras vidas cuando tratamos de huir de su plan. Dios envía tormentas para llamar nuestra atención también. A veces, estas son tormentas literales, pero más a menudo son las circunstancias de las tormentas que no nos permiten alejarnos demasiado. Cs. Lewis dijo que “El dolor Es El Megáfono Que DIOS Utiliza Para Despertar a Un mundo de sordos”

¿Cómo Dios responde la rebelión de Jonás? “Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar”

Dios no permitió la tormenta, ¡Él la hizo! : la CFW enseña Cp. 5.I. Que Dios, es el Gran Creador de todo, sostiene, dirige, dispone, y gobierna a todas las criaturas, acciones y cosas, desde la más grande hasta la más pequeña, por su sabia y santa providencia, conforme a su presciencia infalible y al libre e inmutable consejo de su propia voluntad, para la alabanza de la gloria de su sabiduría, poder, justicia, bondad y misericordia.

Dios toma medidas drásticas para llamar nuestra atención y traernos de nuevo a su camino. Estas tormentas no provienen de una actitud vengativa o motivo malicioso, proceden del corazón amante de Dios, que nos ama demasiado como para dejarnos huir a la autodestrucción. Así que la tormenta es el salvavidas de Dios a un profeta rebelde que se arroja a la autodestrucción.