1 CORINTIOS 4. ENTREGA A CRISTO

Devocionales Bíblicos Jesus Is Life

ENTREGA A CRISTO
1 CORINTIOS 4:10 Nuestra entrega a Cristo nos hace parecer tontos, en cambio, ¡ustedes afirman ser tan sabios en Cristo! Nosotros somos débiles, ¡pero ustedes son tan poderosos! A ustedes los estiman, ¡a nosotros nos ridiculizan! 11 Incluso ahora mismo pasamos hambre y tenemos sed y nos falta ropa para abrigarnos. A menudo somos golpeados y no tenemos casa. 12 Nos cansamos trabajando con nuestras manos para ganarnos la vida. Bendecimos a los que nos maldicen. Somos pacientes con los que nos maltratan. 13 Respondemos con gentileza cuando dicen cosas malas de nosotros. Aun así se nos trata como la basura del mundo, como el desperdicio de todos, hasta este preciso momento. NTV.
En gran parte del mundo, los siervos de Dios no son apreciados por las personas inconversas, debido a que el evangelio que predican, les exhortan a abandonar los placeres de este mundo, y las personas, no están dispuestas a abandonar el estilo de vida que han venido practicando por muchos años. Algunos inconversos incluso consideran a los siervos de Dios como tontos, por persistir en proclamar el evangelio de la salvación y vida eterna, pese a los constantes rechazos que han recibido. Este rechazo a los siervos de Dios, no es nada nuevo, ya que este mismo rechazo, lo experimentaron los profetas del Antiguo Testamento, también lo experimentó el Hijo de Dios, así como los apóstoles y los cristianos de la iglesia primitiva. Por eso, no es de admirarse que los hombres inconversos sigan rechazando a los que proclaman las Buenas Noticias del reino de los cielos.
En los tiempos del apóstol Pablo, algunos habitantes de Corinto consideraban a los apóstoles como tontos, insensatos, o ignorantes, porque predicaban la salvación fundada en la muerte sacrificial de Jesucristo, pues para estos hombres, ningún hombre por más bueno o poderoso que haya sido en vida, tras su muerte, no podría dar salvación a nadie, pues el muerto, muerto estaba. Por esta concepción, consideraban que todos los que predicaban la salvación por la muerte de Jesucristo en el madero eran tontos, por creer en esta idea. Pero pese a las burlas y los constantes rechazos de los hombres inconversos, los discípulos de Jesucristo no dejaron de proclamar el mensaje de la salvación y la vida eterna, gracias a la muerte de Jesucristo en la cruz del calvario.
Nada de lo que hicieron los inconversos, amedrentaron a los verdaderos siervos de Dios para que sigan adelante con la tarea que el Señor les había delegado. Ni tampoco las necesidades físicas pudieron detener la proclamación del evangelio al mundo perdido y pecador. Los discípulos siguieron adelante sobrellevando el hambre, la sed y la necesidad de abrigarse, incluso sobrellevando el maltrato de los hombres, sin devolverles mal por mal. Ellos al seguir adelante con su ministerio, no tenían un lugar fijo para resguardarse del frío de la noche, tenían que buscar un lugar donde refugiarse para pasar la noche y seguir adelante con el ministerio al siguiente día. Además, para su sustento diario, trabajaban arduamente con sus manos, al momento que hacían pausa de la proclamación del evangelio del reino. El corazón de los apóstoles en verdad había sido transformado por el poder del evangelio de la cruz, ya que, ante las burlas, maltratos, blasfemias, calumnias y palabras maldicientes, no les pagaban con la misma moneda, ni tampoco se exasperaban en contra de ellos, en su lugar, eran pacientes, les respondían con respeto, amabilidad y gentileza, incluso les bendecían de todo corazón. Con esta forma de actuar mostraban que realmente el mensaje de la Cruz tenía el poder para cambiar la vida del hombre y darle salvación y vida eterna.
Queridos hermanos. En el presente, todavía hay personas inconversas que desprecian a los hijos de Dios y los tachan de tontos e ignorantes por proclamar el evangelio de Jesucristo, pese a este rechazo, debemos seguir adelante proclamando el evangelio, sin confrontarlos airadamente, sino mostrándonos pacientes con ellos, respondiéndoles siempre con respeto amabilidad y gentileza, deseándoles de todo