María Malibrán García 1. Modernos de otros tiempos (7x15). 24/1/2022

Modernos de otros tiempos

Sección del programa de Rpa "La radio es mía" que demuestra que la modernidad es algo que viene de antiguo. Emisión del 24/1/2022, decimoquinta de la séptima temporada y primera de las dedicadas a María Felicia García Sitches, La Malibrán. En Modernos de otros tiempos seguimos con la saga de los García, la familia más transcedental en la ópera romántica. Hoy ponemos nuestro foco en la hija mayor de Manuel García y Joaquina Briones, María Felicia García Sitches, que pasó a la historia como La Malibrán, quizás, junto con Maria Callas y Adelina Patti, el mayor mito de la historia de la ópera. Protagonista de novelas y de media docena de películas. Pero más que los mitos, nos interesa la historia de las personas que están detrás de ellos. María Felicia nació en París en 1808, pero antes de cumplir los tres años ya inició la vida errante y los estudios de música. Criada entre las bambalinas del teatro, debutó con 5 años en la ópera haciendo de figurante en la Agnese de Paer. Aún no tenía que cantar, solo entregar una carta a su padre, pero un día la soprano se sintió indispuesta en medio de la romanza y María la continuó y siguió con el papel en el dúo con su padre. El teatro fue un delirio y el público pidió que el accidente se repitiera cada noche. Un día, genio y figura, la niña dijo al público que no volvería a hacerlo, que había cantado como un perro. Hablaremos de su formación musical, sobre todo a cargo de su padre. Fue durísima, con mucho trabajo y rigurosidad extrema, pero García estaba convencido de que era el peaje que su hija debía pagar para convertirse en una verdadera artista. Con 17 años, debutó en Londres sustituyendo a Giuditta Pasta en un concierto con el castrato Giovanni Bautista Belluti. Su triunfo fue tan apabullante que esa misma noche le firmaron un contrato de nueve semanas en el King's Theatre, donde triunfó con la Rosina de El Barbero de Sevilla. Ese otoño, toda la familia partió en barco a Nueva York donde iban a llevar el gran espectáculo de Europa, algo totalmente desconocido en América, la ópera italiana. La Signorina García, como la bautizó el público neoyorquino, se convirtió en la primera gran estrella de la ópera en América, pero de eso hablaremos la semana que viene..